Por Lorenzo Pepe * | En 1889, el Congreso de la Segunda Internacional, reunido en París, acordó celebrar el 1º de mayo como Día Internacional de la Clase Obrera. La fecha fue elegida en conmemoración a los hechos sucedidos tres años antes en Chicago. En esa oportunidad, se produjo una huelga para reclamar contra la injusticia social y laboral. Los trabajadores que luchaban por conseguir la jornada laboral de ocho horas fueron brutalmente reprimidos y cuatro de ellos condenados a la horca sin un proceso regular. Se los conoció como los Mártires de Chicago.
En nuestro país, el Día de los Trabajadores se celebró por primera vez en 1890, en Recoleta (en la zona donde hoy se ubica este Instituto). En esa oportunidad, se reunieron unas 2000 personas, que al día siguiente comprobaron que de su sueldo se había descontado la jornada, “por faltar al trabajo”. En el encuentro hubo varios oradores, que denunciaron las deplorables condiciones de trabajo y también reclamaban una jornada laboral de ocho horas.
Al día siguiente, las noticias comentaban el hecho como “extraño a las costumbres del país”. La Nación publicó que “había poquísimos argentinos, de lo que nos alegramos mucho”. El diario El Nacional comentó que en los discursos se observaban las diferencias que “aquí, como en todas partes, dividen a los obreros en dos grupos: anarquistas y socialistas”. Al año siguiente, la reunión no se realizó por un desencuentro de opiniones.
Desde entonces, se realizaron actos independientes. En 1909 el mitin anarquista tuvo un resultado trágico de 14 muertos y 80 heridos, que unió a socialistas y anarquistas para realizar una huelga general que duró ocho días. Unos meses después, una bomba anarquista mató al jefe de la Policía, el Coronel Falcón, y a su Secretario. El gobierno expulsó a los militantes obreros extranjeros y encarceló a centenares de argentinos.
El 1º de mayo de 1910, cuando se celebraba el Centenario de la Revolución de Mayo, un grupo de personas apoyadas por la policía atacaron centros sindicales y los talleres de La Vanguardia y La Protesta.
La fecha de conmemoración se fue consolidando. En 1930, el presidente Hipólito Yrigoyen instituyó el 1º de Mayo como Fiesta del Trabajo en todo el territorio de la Nación y la consagración de ese día para el descanso del trabajador.
Bajo el gobierno del General Juan Domingo Perón, el 1º de Mayo se convirtió en una fecha festiva. El programa contemplaba discursos del Secretario General de la CGT, de Evita y del General Perón. A continuación se presentaban números artísticos y tras un desfile de carrozas, se elegía a la Reina del Trabajo. Había motivos para celebrar, los Derechos del Trabajador habían pasado a formar parte de la Constitución Nacional.
Después de esa gloriosa década de gobierno peronista, el 1º de Mayo ya se ha instalado en nuestro país como el Día del Trabajador, a través de diversas maneras de conmemoración, ya sea como una jornada de afirmación política, de lucha social, de reivindicación proletaria o de homenaje silencioso.
*Diputado de la Nación (m.c), Secretario General del INSTITUTO NACIONAL JUAN DOMINGO PERON