Por Embajador Juan Carlos Olima (ex vice Canciller) | Modelo nacional y política internacional.
MODELO NACIONAL Y POLÍTICA INTERNACIONAL
Pareciera que todo ha cambiado aceleradamente en el mundo que se nos presenta hoy día. Sin embargo hay ciertas bases, ciertos principios que se mantienen en el tiempo.
Uno de esos elementos inmutables es la certeza de que el primer paso, para cualquier realización, es imaginarlo. Siempre la idea es el motor inicial de cualquier empresa.
La idea aplicada a un país, una nación, es lo que se sintetiza con la expresión “modelo nacional”.
Luego de concebida la idea debe ser confrontada con el “afuera”, con la realidad: ¿qué sucede con esa idea? Qué factores la pueden entorpecer hasta hacerla inviable y cuales afianzarla.
En el caso del “modelo nacional” el “afuera ” es el mundo. Máxime en estas épocas de globalización que en síntesis significa que todos los acontecimientos -no importan donde sucedan- tiene incidencia, efectos en todo el planeta.
LA TRANSFORMACIÓN DEL PODER MUNDIAL
Asistimos al final de un sistema internacional que fue inicialmente diseñado en 1945 al concluir la Segunda Guerra Mundial y que reflejó la estructura de poder entonces vigente.
Inicialmente se manifestó a través de un sistema de poder BIPOLAR: la guerra fría dominó las décadas siguientes con el enfrentamiento este – oeste aglutinando dos grandes bloques liderados por Rusia y Estados Unidos y habiendo estado en varias ocasiones al borde de una guerra nuclear capaz de extinguir a la humanidad .
A los pocos años, en 1991, desaparecía un imperio constituido por 15 repúblicas encabezado por Rusia. Ese conjunto fue una potencia mundial con liderazgos en múltiples campos que abarcaron desde el área espacial hasta el cultural y deportivo y con una indudable presencia en el campo de las ideas, en lo ideológico.
Tal evento se materializó en diciembre del 1991 con una disposición de Gorbachov que estableció formalmente la extinción de la Unión Soviética.
En ese entonces la revista TIME -en una de sus famosas tapas- con la bandera americana y la pregunta “¿Policía Mundial?”, expresaba de ese modo que los EE.UU habían quedado como único poder en el mundo; se iniciaba la etapa de UNIPOLARIDAD.
Solo 25 años después de ese escenario, en estos días, nos hallamos frente a un mundo MULTIPOLAR .
Numerosos factores se entrecruzan en los planos económicos, militares, financieros y tecnológicos (para mencionar algunos) que determinan donde se sitúan esos centros de poder .
En solo 70 años la estructura de poder mundial pasó por etapas BI, UNI Y MULTIPOLAR y cambiaron todos los escenarios. Hasta hubo modificaciones estructurales en algunos de los factores que dominaban el sistema de decisiones durante siglos ejemplo, el petróleo que aunque sigue siendo un elemento importante ha cedido la centralidad y el peso que tenia en grandes estrategias mundiales durante mas de un siglo.
En un lapso tan corto como el tiempo de vida de un ser humano desaparecieron imperios (ejemplo, el imperio soviético), se desmembraron países (ejemplo Yugoslavia ), nacieron nuevos países (ej. Turkmenistán), se modificaron todas las hipótesis de trabajo y se aceleraron los ciclos.
LOS SÍNTOMAS DEL SISTEMA
Los años últimos ya mostraban una serie de elementos que llevaron a los analistas a calificar este tiempo como de vulnerabilidad.
Se asentaban esas afirmaciones en numerosos factores entre los cuales podemos citar:
a) La castigada economía global que inició su crisis en el 2008 en el corazón del sistema, en EE.UU, con la debacle de los créditos hipotecarios “basura” para luego contagiar a la totalidad de las finanzas mundiales y cuya conclusión esta aun pendiente.
b) La incapacidad europea para encarar con eficacia los desafíos de su sistema de integración puestos de manifiesto por las debacles económica de Grecia, Portugal y España y con las fragilidades exhibidas por Italia. A ese complejo panorama se añade la irresuelta problemática de los “refugiados”, que plantea graves dificultades al continente cuna de la cultura occidental.
Las acciones -casi diarias- de los grupos terroristas, la inestabilidad asiática provocada por el peligroso proceder de Corea del Norte y la fragilidad de las estructuras estatales frente al fortalecimiento de grupos armados (milicias, rebeldes y redes de crimen organizado) completaban un panorama que sustentaba el concepto de vulnerabilidad sin dejar espacio para una visión optimista.
A ese ya inestable e imprevisible escenario habrá de sumar la llegada de Trump a la presidencia de los EE.UU y sus definiciones sobre diversos temas que incrementan los interrogantes sobre el mundo en el que debemos insertarnos.
En sus primeros pasos de gobierno, Trump ha planteado situaciones de conflicto con China y eso ha producido situaciones tan paradójicas como que en la cumbre del liberalismo económico -que es Davos- el líder de un país socialista como Xi Jinping defendiera la libertad de comercio expresando que “no tiene sentido culpar a la globalización económica de los problemas del mundo”.
La vieja Europa no sale de su perplejidad con las expresiones del mandatario norteamericano que manifestó que la “Unión Europea se formó, en parte, para vencer a EE.UU en lo que respecta al comercio para agregar “no me importa si están separados o juntos”.
En paralelo con esa visión económica Trump califica como “obsoleta” a la OTAN principal herramienta estratégico–militar de cooperación biatlántica. Tal declaración provocó la reacción de Europa. En una reunión informal llevada a cabo en Malta se acusó al presidente americano de tener “falta de respeto” y solo la primer Ministro británica abogó “por no romper los puentes” con la Casa Blanca. Tal posición recibió una irónica respuesta de un país nórdico que señalo que no eran necesarios los puentes ya que se podían comunicar por Twitter.
Otro “síntoma” se manifestó en la presentación de la nueva embajadora de los EE.UU ante las Naciones Unidas. Antes de concretar su primera reunión con el Secretario General de la ONU, en una corta reunión de prensa, declaró “y quienes no nos respalden, que sepan que vamos a apuntar sus nombres y vamos a responder como corresponda”…. A ponerse el sayo.
No podemos dejar de hacer referencia a la disposición por la que impedía por 120 días el ingreso de siete países con mayoría de población musulmana.
Esa desconcertada Europa y la tensionada OTAN contrastaba con la notoria, aunque silenciosa, satisfacción con que la nueva Rusia de Putin se ubicaba en ese escenario…pero poco duro esa placidez: Sin ningún tipo de prolegómenos aviso o negociaciones el mandatario norteamericano ordeno el lanzamiento de 50 misiles sobre Siria.
Respecto de nuestra región hay también algunas señales complejas.
Encabeza el ranking México, la inmediata anunciada renuncia al TLC (tratado de libre comercio entre EE.UU, México y Canadá) mas la amenaza y probable decisión de construir (-creo que mas preciso es “terminar” pues ya existen zonas amuralladas-) el tan mentado muro ya están causando serios daños económicos a los aztecas y el repliegue de inversiones extranjeras que estaban al borde de la implementación y la idea de gravar a las remesas de dinero -que envían no pocos de los 35 millones de mejicanos que habitan el territorio de su vecino- son las señales que se emiten desde Washington.
También el anunciado abandono de USA del tratado comercial TransPacifico afecta el comercio de Chile y Perú, entre otros. Y, para que no nos pudiéramos sentir discriminados, se dicto la “suspensión “ del acuerdo que posibilitaba el ingreso de los limones argentinos a los Estados Unidos.
Blandiendo un posible abandono del reconocimiento de una China única, la voluntad manifestada de no permitir el acceso del gigante asiático a sus islas en el mar del sur y los derivados de probables medidas proteccionistas del comercio americano con sus consecuencias en la economía de China, país que posee un quinto de la población mundial.
LO QUE SE AVECINA
Comencemos con los EEUU, porque sin dudar es aún la primera potencia mundial y además porque existe un tsunami respecto a lo que han sido las administraciones americanas conocidas -causado por lo que ya se denomina el “efecto Trump”- que plantea múltiples innovaciones en lo que fueron los lineamientos construidos durante mas de medio siglo y que llena de serias incertidumbres a todo el sistema de gobierno que dirige el planeta.
Sigue siendo cierto que “cuando Washington estornuda…el resto del mundo se resfría”.
La “vocación innovadora” del Presidente tiene resistencias dentro de los propios EEUU, que se manifiestan duramente pero que no alcanzaron para evitar la llegada al poder del resistido. En ese marco la Justicia impidió la prohibición inmigratoria y obligó al gobierno a retirar la decisión, para una reformulación no para un desistimiento.
Es interesante analizar el minué desplegado por Trump respecto de China ya que ambos países (EEUU y China) representan hoy la mayor conjunción de poder mundial, constituyen una poderosa bipolaridad (económica, militar, tecnológica y poblacional) apenas atenuada por la presencia de una Rusia gobernada por Putin y una Europa sin rumbo; con un Japón que ha perdido ciertas preeminencias productivas que hoy comparte con Corea del Norte en tiempos donde el liderazgo está en retirada.
Dicho con pocas palabras LO QUE ACUERDEN ESAS NACIONES TENDRÁ MÚLTIPLES EFECTOS EN TODO EL MUNDO.
Sus primeros pasos, antes de asumir, consistieron en aceptar un llamado telefónico con la Presidente de Taiwán(lo que implicó saltar por encima de la doctrina de una China única, Trump había declarado que no daba necesariamente por sentado ese principio de “una sola China”.); también amenazó con impedir el acceso a las islas que construye el gigante asiático en sus mares y en el campo económico anticipó un fuerte condicionamiento del mercado americano para los productos “made in China”.
Muy poco tiempo después, inicios de febrero, el jefe de Estado norteamericano envió una carta a Xi Jinping expresando que esperaba mantener “una relación constructiva que beneficie tanto a Estados Unidos como a China”, según informó el portavoz presidencial Sean Spicer.
Al día siguiente en su primera charla telefónica con el premier Xi Jinping Trump dejó de lado sus señales previas y expresó su fidelidad a la política de “una sola China” lo que significa que Taiwán sigue siendo una provincia rebelde, como la califican las autoridades de Pekín desde siempre, y no un estado soberano con el que se pueden tener relaciones diplomáticas.
El mandatario chino “saludó” el reconocimiento del crucial principio que impide a EEUU tener relaciones diplomáticas con la isla de Taiwán.
Y en los primeros días de abril (6 y 7), Donald Trump recibió a su homólogo chino, Xi Jinping, en su residencia y club privado de Mar-a-Lago (Florida) para dar inicio a su primera cumbre
“No nos han tratado de forma justa en lo relativo al comercio durante muchos, muchos años. Ningún presidente se ha hecho cargo de eso como deberían haberlo hecho, y tenemos un gran problema con Corea del Norte, así que veremos qué ocurre”, declaro Trump en una breve entrevista antes de iniciar la cumbre.
Al promediar el encuentro el mandatario explicó brevemente a los periodistas que durante las primeras horas ambos presidentes tuvieron ya “una larga discusión”. “Hasta ahora, no he conseguido nada. Absolutamente nada. Pero hemos desarrollado una amistad. Puedo ver eso. Creo que, a largo plazo, vamos a tener una relación muy, muy grande y lo espero mucho”, agregó Trump, sin dar más detalles.
Finalmente al concluir las reuniones manifestó “hemos logrado un progreso tremendo en nuestra relación… y progresaremos más”. Mientras, el gobierno chino anunció que Trump visitará China este año.
Para completar su despliegue en torno a China, luego de concluida la reunión trascendió que Trump le informo “a los postres” a Xi Jinping que estaban disparando 50 misiles en Siria como represalia por el uso de armas químicas imputado al presidente sirio.
El magnate mejicano Carlos Slim, (que se halla entre los ocho multimillonarios cuya riqueza equivale a la del 50% de la población mundial) fue el único dirigente latinoamericano que se reunió con Trump después de resultar electo: definió al mandatario afirmando que “en términos de cine Trump no es un Exterminator sino un Negociator”.
Si así fueran las cosas las posiciones extremas adoptadas por el Presidente americano solo serían las bases al iniciar las negociaciones para lograr luego concesiones en lo comercial y estratégico.
Nosotros pensamos que el presidente Trump reúne los dos personajes, también es Terminator. Los misiles en Siria y la “madre de las bombas” arrojada en Afganistán lo demuestran.
Rusia (que es el tercer “jugador” con herramientas y vocación para este escenario global) ha reaccionado con cierta moderación, ha evitado la escalada pero advirtió que los EE.UU no debían tener mas iniciativas individuales respecto de Siria y como señal cortó la línea de comunicación directa que se usa para evitar incidentes entre las fuerzas aliadas y las rusas en la lucha contra el ISIS. Respecto al bombardeo en Afganistán Putin declaró que Rusia poseía “el padre de todas las bombas”.
Y aquí debemos incorporar un actor de apariencia menor pero de una enorme peligrosidad: Corea del Norte.
Sin entrar en la descripción de todos los movimientos y amenazas verbales que han sido lanzados por Kim Jong Un y los anuncios de Trump “que es posible un gran, gran conflicto” y la advertencia china de que la situación en la península coreana “podía salirse de control” es preciso concluir que desde la crisis de los misiles en Cuba de 1962 el mundo nunca ha estado tan peligrosamente cerca de una guerra con utilización de armas nucleares.
La diferencia es que en 1962 el presidente de los EEUU era John Kennedy y aunque había un exaltado Fidel Castro la llave la tenía Nikita Kruschev. Hoy están el agresivo Kim Jong Un y Trump. El presidente chino Xi Jinping tiene un rol central en todo ese complejo proceso y es quien tiene alguna chance de contribuir para evitar una catástrofe.
En esta visión global vamos descendiendo en la pirámide de poder y en este escalón ubicamos a la Unión Europea que enfrenta simultáneamente dos tipos de problemas: los propios de cada uno de los países y los comunitarios los que se derivan del funcionamiento socio económico de la Unión Europea, obviamente entrelazados.
Esto se manifiesta en los ámbitos nacionales a través del resurgimiento de los nacionalismos y en el ámbito comunitario con fuerzas centrípetas, de separación. Ejemplo de la primero el crecimiento de Le Pen en Francia; ejemplo de lo segundo el Brexit, el Frexit que enarbola la propia Le Pen anuncio de la partida de Francia de la Unión y hasta el moderado Macron plantea profundas transformaciones en la estructura y funcionamiento de la Comunidad Europea como requisito de permanencia.
La problemática de las migraciones se ha emparentado con el desempleo y, más complejo aun, con los ataques del terrorismo islámico. Un sondeo realizado por Chatham House (prestigioso “think tank” británico de orientación centrista), que abarcó diez mil personas en 10 países, dio por resultado que la mayoría apoya un veto migratorio “anti musulmán”, con un promedio del 55% y con porcentajes del 65% en Austria, 53% Alemania, 51% Italia y 41% España .
Para dar una idea del nivel que alcanza esta cuestión basta con trasladarnos a Alemania. La canciller Merkel recibió duras criticas y ha perdido respaldo por su política de aceptar un millón de refugiados. La expresión más violenta proviene de la líder Franke Petry (del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania) quien sostiene públicamente que “en lugar de abrir las puertas como hizo Merkel había que agarrar las armas y dispararle a los refugiados que llegan”. Este partido fundado en el 2013 solo arañó el 5% en esas elecciones y en las elecciones del 2016 creció en algunos distritos al 24% y las últimas encuestas señalan que Alternativa para Alemania es el único que ha aumentado significativamente en intención de voto.
El Brexit está planteando serios problemas que parten de que la suma de la Comunidad dice que Gran Bretaña debe pagar para cancelar sus obligaciones (sesenta mil millones de euros) que los deudores no reconocen.
La Unión Europea ha adoptado una línea dura y exige la cancelación de la deuda antes de negociar los otros temas que van desde el comercio hasta el estatus de los nacionales de cada parte, al salir el territorio británico del espacio común.
El panorama europeo trazado a grandes pinceladas tiene otros espacios de sombras: Grecia y su inestabilidad económica y política; España que no pudo formar gobierno durante un año y se desgasta por el separatismo catalán , y el escenario italiano donde en diciembre último casi el 60%voto en contra de la propuesta del primer ministro Matteo Renzi para reformar la constitución son algunos de esos trazos.
Respecto a las complejidades que enfrenta la región de América hispana, además de las ya detalladas, basta con enumerarlos procesos políticos en Brasil, Venezuela y Cuba como para tener noción de los problemas enciernes. A ello se añade una tensa situación política en Paraguay, el cierre del ciclo de Evo Morales en Bolivia y nuevos escenarios en Chile en un año de elecciones presidenciales.
Para completar ese ya caótico cuadro se suma que 35 especialistas en psiquiatría han firmado una carta remitida al New York Times donde le diagnostican a Trump una “gran inestabilidad emocional”, “por no saber tolerar opiniones diferentes a las suyas lo que le lleva a reacciones de rabia” y que por ello es “incapaz de servir con seguridad como presidente” ( publicado en la página web de uno de los firmantes el doctor Lance M. Dodes, analista emérito del Instituto Psicoanalítico de Boston y jubilado como profesor de psiquiatría en la escuela de Medicina de Harvard)
En síntesis todo indica que nos encontramos con un “nuevo desorden mundial” en el que aparecen tres centros en pugna por la estrategia global: Washington, Beijing y Moscú -en ese orden- con la presencia periférica de Europa aun con liderazgo alemán y con un aun mayor debilitamiento de la capacidad mundial para poner fin a los múltiples conflictos existentes, o límites a los desafíos provenientes de Corea del Norte o del terrorismo y con una estructura de organismos internacionales ineficaz para estos tiempos. Y con probables cambios importantes en las condiciones y corrientes comerciales.
En un escenario mundial carente de liderazgos y con gran inestabilidad es seguro que nos esperan años turbulentos y peligrosos. Sería bueno estar preparados, no solo por los riesgos sino porque es sabido que crisis también significa oportunidad .
ALGUNA HERRAMIENTA
La observación, análisis y evaluación de una realidad tan vasta y compleja no puede ser ni una tarea individual ni dejarse solamente en manos de los responsables de la ejecución.
Es una tarea que le corresponde a toda la estructura de la dirigencia nacional. Es preciso establecer un “observatorio” de los acontecimientos mundiales que al menos alerte sobre posibles situaciones críticas y marque también oportunidades.
A modo de ejemplo la salida de Inglaterra de la comunidad abre posibilidades de comercio de productos agropecuarios que antes estaban imposibilitados por la competencia europea de Francia, Italia, España, Grecia, entre otros.
También desde un punto de vista de poder este es un momento de debilidad de Gran Bretaña en su alianza con Europa, lo que se manifiesta con la decisión de la Comunidad respecto a Gibraltar que dispone que nada será aprobado en esa materia sin el consentimiento de España. Tal disposición provocó la reacción de un ex líder conservador Lord Howard que señalo que defenderían el peñón como lo habían hecho con Malvinas .
¿El panorama que hemos descrito abre algún espacio para nuestra cuestión de Malvinas?
Estas situaciones y muchas otras fundamentan la necesidad de un ámbito de análisis, cuanto mayor participación haya, tanto numérica como de distintos modos de ver la realidad, mayores serán las posibilidades de éxito.
Este espacio MOVIMIENTO 21 tiene la potencialidad de la semilla convocante. Vale la pena asumir el desafío.