Por Alieto Aldo Guadagni | Academia Nacional de Educación Madrid, junio del 2017.
Argentina viene realizando desde hace varios años grandes esfuerzos destinados a expandir la cobertura de la enseñanza universitaria, se trata sin lugar a dudas de una decisión inteligente, ya que no habrá desarrollo económico y social en este siglo XXI sin una presencia relevante de la Universidad. Se crearon nuevas universidades y se amplió fuertemente la matricula estudiantil.
Es notable comparar las cifras de la población estudiantil en Americana Latina, donde Argentina supera ampliamente al resto de las naciones, pero cuando únicamente se presta atención a la matricula estudiantil y no a la graduación final. En Colombia hay 273 estudiantes cada 10000 habitantes, en México 285, en Chile 361 y en Brasil 380; la población estudiantil universitaria (en proporción a la población) registra su máximo valor en Argentina con 435 estudiantes cada 10000 habitantes.
Claro que la situación es totalmente distinta cuando se presta atención no solamente a la población estudiantil total, sino también a la eficacia en el proceso de graduación universitaria. Aquí la situación es bien diferente en América Latina, ya que todos los países citados tienen una graduación muy superior a la vigente en Argentina: Colombia registra 59 graduados anualmente cada 10000 habitantes, Brasil 50, México y Chile 48, mientras que en Argentina esta cifra se reduce a apenas 28. Para entender esta gran diferencia existente entre cantidad total de estudiantes y magnitud de la graduación anual hay que tener presente que en Chile y en Colombia se gradúan 61 universitarios cada 100 ingresantes, en Brasil se gradúan 44, mientras en Argentina apenas se gradúan 31,
En esta nota se presenta una comparación de la graduación universitaria argentina con la existente en España, hacia el año 2014.Comencemos por señalar que mientras en España hay 83 universidades esta cifra asciende a 110 en Argentina. El esfuerzo que hace Argentina es notable, ya que mientras en España hay una Universidad cada 570 mil habitantes, esta cifra se reduce a 390 mil en Argentina. Cuando se presta atención a la matricula total queda en evidencia la gran expansión que tuvo el sistema universitario argentino que registra 1,87 millones de estudiantes, mientras en España esta cifra se reduce a 1,41 millones. Argentina tiene 32 por ciento más estudiantes universitarios que España, a pesar que la población española es un 8 por ciento mayor a la argentina; la diferencia entre España y Argentina es aún mayor cuando se considera el PBI por habitante, que en España es un 90 por ciento mayor al de Argentina.
Hasta aquí es evidente la gran cobertura de la universidad argentina comparada con la española, pero nuevamente la situación es muy distinta cuando se presta atención a la graduación final de los estudiantes. A pesar de que Argentina tiene 32 por ciento más estudiantes que España este país tiene un 80 por ciento más de graduados. La graduación anual argentina fue de 120 mil estudiantes en el 2014, mientras en España ascendió a 214 mil o sea 46 cada 10000 habitantes.
Estas grandes diferencias se explican por el muy bajo nivel en la graduación final en Argentina, es así como España tiene menos estudiantes universitarios pero más graduados, ya que anualmente se gradúa un estudiante cada siete matriculados, mientras que en Argentina esta proporción asciende a uno cada quince. Para entender la relevancia de estas cifras hay que tener presente después de estar un año en la Universidad , nada menos que la mitad de los estudiantes de las universidades estatales no aprobaron mas una asignatura en un semestre.
Cuando se escribía esta nota en junio del 2017, comenzaban en España los exámenes determinados por la prueba EVAU (Evaluación de Bachillerato para el ingreso a la Universidad); este examen se desarrolla durante 3 o 4 días según las comunidades regionales, los inscritos este año 2017 fueron alrededor de 300 mil aspirantes a ingresar a la Universidad. Las notas son conocidas el 30 de junio, habilitando así al estudiante a postular su ingreso a las Facultades estatales o privadas que hayan fijado puntajes inferiores, en término de notas durante el bachillerato y esta prueba EVAU a las correspondientes al postulante. Esta evaluación para el ingreso a la Universidad ten España iene como objetivo valorar de una manera objetiva el nivel académico del estudiante, prestando atención a los conocimientos y capacidades desarrolladas durante la escuela secundaria, contribuyendo así a incrementar las posibilidades de una exitosa graduación en la Universidad.
Esta prueba EVAU que se implementa en España no es ninguna novedad en el mundo moderno, ya que también lo hacen muchas naciones europeas como Francia, Alemania, Finlandia, Irlanda, Hungría, Holanda, Suecia y el Reino Unido. También existen estas pruebas a cargo del estado en Israel, Japón, Australia y Corea. Los países con gobiernos comunistas (Cuba China y Vietnam) también aplican estos exámenes al finalizar el secundario. En América Latina son numerosos los países que también tienen evaluaciones de los estudiantes al finalizar el secundario, como requisito previo al ingreso a la Universidad, la lista incluye los cuatro países mencionados al inicio de esta nota (Brasil, Chile, Colombia y México), a la cual hay que agregar Nicaragua, Honduras, Ecuador y Costa Rica.
Argentina es un caso notable, ya que no solamente carece de cualquier sistema de evaluación general del nivel de los conocimientos de los estudiantes secundarios antes de ingresar a la Universidad, sino que además lo prohíbe expresamente en la Ley Nacional de Educación (Ley 27204, artículo 7). Es difícil de entender esto justamente en un país que registra un bajo nivel de conocimientos de sus estudiantes secundarios, no solo como lo indican las pruebas PISA, sino también las evaluaciones realizadas por UNESCO en América Latina. En la última Prueba Pisa con participación de Argentina (año 2012), se constato que la cuarta parte de los alumnos de 15 años que fueron mundialmente examinados tenia niveles “Bajos “ de conocimientos en Matemática, mientras que esta cifra crecía a nada menos que seis cada diez en el caso de los adolescentes argentinos.
Reflexión final
Cabe preguntarse quién se preocupa más por el futuro de los jóvenes. Son aquellos países que incitan a la disciplina del estudio y promueven el esfuerzo y la dedicación de los estudiantes del nivel secundario para poder ingresar bien preparados al nivel universitario, o las naciones como Argentina donde la principal preocupación del últimos año secundario es el viaje de egresado a Cancún o Bariloche? Quienes se preocupan más por el futuro laboral de los jóvenes de hoy en el difícil mundo globalizado? Seguramente no son los países con pocos graduados universitarios; el principal beneficiado en el largo plazo (que es el que interesa) por los exámenes de graduación secundaria es el propio alumno, ya que esta exigencia lo estimula a estudiar mientras aun está en la escuela secundaria.
Es justamente el estudio metódico, con dedicación continua y disciplina en el esfuerzo, el que permite adquirir los conocimientos para afrontar el gran desafío laboral en el exigente mundo globalizado de este siglo XXI. Pero no debemos caer en el simplismo de creer que la mera adopción en Argentina de un régimen de exámenes al finalizar el secundario, como el vigente en España y tantos otros países, resolverá todos los problemas asociados con el escaso nivel de graduación universitaria, pero si los dirigentes políticos continúan con esta actitud pasiva y no encaran el problema continuaran como hasta ahora comprometiendo el futuro de los adolescentes.